-Te invito a desayunar y a esquiar y a venirte a París conmigo.
+Estás loco.
-¿Por qué?
+Apenas me conoces.
-Qué más da. Me fío de ti.
+Hace falta mucho más que eso.
-¿Hace falta que me gustes?
+Por ejemplo. Y que me escribas cuentos y me cantes canciones al oído.
-Lo haré.
+Y que me digas que la Torre Eiffel no tiene ningún sentido sin mí arriba.
-No lo tiene.
+Y que me abrigues cuando haga frío y tengas preparado un café con leche y con espuma.
-No lo dudes.
+Y que me des la mano con fuerza y me abraces.
-Haré todo lo que quieras.
-+Y me querrás?
-Te querré. Te querré tanto que no vas a poder creerte que se pueda ser tan feliz.
+Y se podrá?
-Ponme a prueba .
Ganas de soñar, de tener motivos, de hacer locuras. Unas ganas incontenibles de planes de futuro, de besos con sentido, de miradas profundas. De vuelcos en el corazón y de ilusiones tal vez infundadas. Ganas de querer. ♥
domingo, 30 de octubre de 2011
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